Es muy común pensar que la perdida auditiva solo acompaña a una mengua de nuestra comprensión oral. La batalla más dura a la que nos enfrentamos los audioprotesistas es la de intentar devolver la cotidianeidad a nuestros pacientes.
¿Qué quiere decir esto? Oír mal no solo afecta a nuestro sentido auditivo, sino cognitivo. Cambios en el estado anímico, irritabilidad con las personas de nuestro entorno dado que no entendemos lo que nos quieren decir y las mas terrible de todas: aislamiento social.
Dejar de hacer actividades en grupo, preferir quedarse en casa o no participar en las conversaciones son solo algunos de los motivos provocados por este aislamiento provocado por la falta de un tratamiento.
Se estima que para el año 2030 uno de cada cuatro personas tendrá algún tipo de problema auditivo, que en algunos casos derivará en otros de tipo psicologico.
Si crees que puedes tener algún tipo de problema relacionado con tu audición, por favor, no te abandones, la precocidad en la detección y en el tratamiento es la mejor solución.